Las palabras arriba mencionadas, son originalmente del filósofo Friedrich Nietzsche, citadas por el famoso Psicólogo Víctor E. Frankl en su obra “el hombre en busca de sentido”, palabras que sin duda alguna nos hacen reflexionar bastante. Frankl escribió su obra en un contexto muy difícil, se encontraba en medio de la segunda guerra mundial y, tras haber sido separado de sus seres queridos, Frank es enviado a los capos de concentración en donde, es cuartado de su libertad y derechos como persona. Comienza a observar cómo los prisioneros de guerra en cuanto tenían una oportunidad para huir del campo, se lanzaban, esto porque el único sentido de su vida en tal situación era simplemente el de dejar el campo sin importar las consecuencias.
Pareciera que nuestra sociedad posmoderna padece de una amnesia terrible, en donde la perdida de sentido nos está ganado, vemos los noticieros y somos testigos de cómo nuestro país va de mal en peor, como nuestras familias se van cada vez más abajo , el desánimo y la perdida de anhelos y esperanzas para nuestras vidas son simplemente saciados por estímulos efímeros ;pareciese que nuestras vidas son, de momento arrastradas por el viento y nos conformamos simplemente en ser “felices” con lo que hacemos, como si las acciones tuviese más peso que la búsqueda de nuestros anhelos. Es tiempo de replantear nuestras motivaciones vitales y de luchar por lo que verdaderamente vale la pena. Es decir hay que luchar por encontrar ese Porqué.
Seminarista: José Miguel Hernández Valtierra (II de Filosofía).