Algunas veces nuestros hermanos separados llegan a nuestras casas y nos hacen preguntas que de cierta forma, para la mayoría de las personas católicas ponen en duda nuestra fe ¿Y esto por qué? ¿Acaso nuestra fe no es verdadera? o ¿No será que carecemos de fundamentos suficientes?
¡Pues claro que no! Las razones no son estás ni las serán nunca, nuestra fe es especial, fue fundada por Jesucristo, nada más y nada menos que el Hijo de Dios, continuada por los apóstoles y hasta nuestros días, por los obispos, sacerdotes y diáconos que son servidores de Dios y de nosotros, el Pueblo de Dios.
Pero también existen Ideas de nuestros mismos hermanos católicos que van desviando el sentido de nuestra fe, cuando le atribuimos milagritos a San Judas Tadeo o a cualquier otro santo. Estamos equivocados, ellos son sólo intercesores, porque el que realiza los milagros es el mismo Dios. También existe la situación en la que las mismas personas dicen encomendarse a “santos” que no están ni canonizados ni reconocidos por la Iglesia Católica; incluso afirman que estos “santos” son bien milagrosos, Ah! Pero muy celosos o vengativos si no les cumples con lo que les prometes.
Estas creencias si son falsas queridos hermanos, nadie puede hacernos mayor bien que Dios, y los verdaderos Santos son intercesores nuestros, al igual que nuestra querida mamá la Santísima Virgen María. Por eso cuando te pregunten o dudes, reza el credo conscientemente y te darás cuenta de lo que es nuestra fe. Creemos en Dios Padre Todo Poderoso, Creador; creemos en Jesucristo su único Hijo Nacido de María Santísima para nuestra salvación, Creemos en el Espíritu Santo, dador de vida y Santificador. Creemos en la Iglesia que es Una, es Santa y es Católica, creemos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.
Nuestra fe no la debemos cuestionar solamente por la parte racional, pues hay cosas que no podemos entender en este momento pero las entenderemos después; la fe no es una venda en los ojos que nos impide ver más allá, nuestra Fe es un Don, un regalo de Dios.
Seminarista: Oscar Rodrigo Macías Valdez. (I de filosofía)